martes, 16 de julio de 2013

 
Foto: Tomás Morgenstern
 
En recuerdo de Alfredo Papo
 
(Milán, 1922; Barcelona, 2013)


4 comentarios:

  1. Es curiosa la relación de promotores y productores judíos con el jazz, siendo, como es, poco rentable. Al parecer la fama de ávaros que se les atribuye no siempre se corresponde con la realidad.

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  2. Todo lo que puedo decirte es que Alfredo siempre fue muy generoso conmigo en todos los sentidos, y no sólo en el económico (que también). Aparte, me parece conmovedora la imagen en sus últimos días bajando al Jamboree en silla de ruedas. Ahora que están de moda los homenajes, él se ha ido sin que nadie le reconociera su labor difundiendo el jazz en unos tiempos en que hacer algo así era una auténtica osadía castigada con la cárcel, o poco menos.

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  3. Esto es tener mérito, y lo demás pamplinas.

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  4. Con Papo, muchos se quedan con su lado, digamos, "pintoresco", que lo tenía, y se olvida de lo principal, y es lo mucho que hizo por el jazz en este país, y su fidelidad de por vida a ésta música por más que, como es lógico, sus gustos se terminaron quedando un tanto obsoletos, lógico en alguien de su edad.

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